jueves, 27 de febrero de 2014

CJC Cantabria sobre las consecuencias de la concentración contra Ignacio Diego

Desde CJC Cantabria queremos denunciar la represión del Estado a la que se está sometiendo al estudiantado de la Universidad de Cantabria.

Usando como excusa la concentración contra Ignacio Diego, presidente de Cantabria, organizada por EDUP hace tan solo unos días, los lacayos del capital han "abierto diligencias y ordenado identificar a sus autores". Alegan que en el acto se provocaron desórdenes públicos y coacciones. Nosotros no sabemos si con "desórdenes públicos" se refieren más bien a las agresiones injustificadas que realizaron los policías nacionales de paisano y si con "coacciones" se refieren a las fuertes restricciones que hubo para entrar al acto: no permitieron acceder a muchos estudiantes. Esto es simplemente otra prueba de que la justicia no es igual para todos, sino que sirve a la clase dominante.

No es esta la primera vez que sucede: ya el curso pasado empezó la represión en la universidad contra los estudiantes organizados, planteando una multa de hasta 5700€ a 4 compañeros de EDUP (Estudiantes por la Defensa de la Universidad Pública) por una simple pintada.

Por otro lado, felicitar el trabajo de los compañeros de EDUP y al resto de compañeros de otras organizaciones (CNSV, CNT...) que acudieron a apoyar la concentración.

Son estos jóvenes hijos de la clase trabajadora quienes muestran una vez más que una posición combativa, unánime, organizada y de confrontación con el capital, y no una respuesta tímida y pactista, es la que verdaderamente preocupa a la oligarquía en el poder, que legisla y establece una educación que beneficia solo a sus hijos, a los hijos de la burguesía.

Denunciar también a sus lacayos en instituciones como la Universidad de Cantabria, que permiten la entrada de la policía (uniformada o encubierta) al campus.

Los CJC Cantabria estaremos junto a los compañeros de EDUP en todo momento, porque la lucha es de la clase obrera contra la burguesía.

Ladran, luego cabalgamos.