El pasado lunes 17 de febrero, el Presidente del Gobierno de Cantabria, Ignacio Diego, acudió a un acto organizado por el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Cantabria con el objetivo de dar voz al alumnado contestando preguntas formuladas por cualquier estudiante que se acercase al acto.
Desde CJC, junto a nuestros compañeros de EDUP (Estudiantes por la Defensa de la Educación Pública) y un buen número de académicos, quisimos aprovechar el acto para mostrar nuestro descontento a las políticas de privatización y exclusión de la clase trabajadora del sistema educativo por parte de la burguesía, siendo el PP quien las encabeza esta vez. Pero, aunque el acto fuese publicitado como público y abierto a toda la comunidad universitaria, la realidad que nos encontramos fue otra bastante distinta.
Al llegar a las puertas lo que encontraron los estudiantes fue un grupo de policías y algún miembro de la seguridad privada del mandatario que impidieron la entrada a todo aquel estudiante que intentase entrar al salón a hacer una pregunta a Ignacio Diego. ¿A todos? No, y es que el presidente de Cantabria escogió bien la gente con la que reunirse, dejando pasar a miembros de NNGG (no sabemos si identificándoles por su carnet o sus vestimentas de gala), algunos de ellos ni si quiera con la edad suficiente para ser estudiantes universitarios. Esto no hace más que dar claridad a la actual situación de las instituciones políticas, en la que una minoría adinerada, la misma que firma desahucios, que recorta en becas, que mata a subsaharianos en la frontera de Ceuta, se abstrae de una situación cada vez más convulsa y mísera entre coñac y puros con sus amigos de partido y clase, siendo estos ante los únicos que tiene que rendir cuentas.
Pero los miembros de NNGG no fueron los únicos a los que se permitió la participación en el acto. También participaron en el acto varios representantes de Izquierda Unida, actuando en nombre el Colectivo de Estudiantes, colectivo que, en contra de lo que indica su nombre, tiene una participación completamente nula en las asambleas y diversos actos que se convocan en la universidad, además de tener un seguimiento entre el estudiantado testimonial. Más tarde, al acabar el acto, esta organización volvería a hacer gala de su oportunismo político, intentando apoderarse del tirón mediático que tuvo la protesta (cuando no habían acudido a ninguna asamblea preparatoria del acto), denunciando las dificultades que tuvieron para entrar, intentando parar sus feroces críticas (cuando en ningún momento se les presentó ninguna traba a la hora de entrar) y exigiendo la dimisión del presidente del consejo de estudiantes, Carlos Fernández Pérez.
Es por esa negativa de entrar por la que se vivieron momentos de tensión, en los que los estudiantes intentamos sobrepasar las fuerzas de seguridad que nos impedían ejercer nuestro derecho a participar en esta asamblea, momentos en que varios agentes se vieron desbordados, haciendo amagos de agresión en reiteradas ocasiones a varios de nuestros compañeros, que permanecieron impasibles y lo único que intentaron fue, en todo momento acceder al acto. Durante estas protestas se exhibieron pancartas elaboradas por el estudiantado y se cantaron consignas como "Nada para la privada" o "El hijo del obrero, a la universidad...". Mientras tanto, a escasos metros, se celebraba una reunión a la que se estima que accedieron unas 30 personas, y en la que el presidente de Cantabria intentaba remediar tan bochornoso espectáculo pidiendo que "dejen entrar a los estudiantes". El presidente del Consejo de Estudiantes, por su parte, negaba este acceso ante la "existencia de peligro real" que presentaban los estudiantes. [1]
Pero los momentos de más tensión se dieron al finalizar el acto, cuando algunos de los estudiantes se desplazaron a la zona por la que iba a abandonar el acto mandatario. Los agentes de seguridad se vieron desbordados y propinaron un bofetón a uno de los estudiantes y un codazo por la espalda a otro de ellos, para posteriormente exhibir gestos de provocación y burla. Todo esto es saldó con la pedida de identificación de uno de los jóvenes que exigía que se mostrase la identificación del policía. Más tarde, se identificó a otro estudiante que grababa tan bochornoso espectáculo.
La Universidad pretende ser un órgano democrático y abierto a la comunidad educativa; pero los acontecimientos de hoy han venido a demostrar que la universidad no es ajena a la superestructura del sistema (conjunto con la legislación, los medios de comunicación...) El rector, el presidente del consejo de estudiantes, no son mas que lacayos al servicio de la burguesía , cuya estrategia es elitizar y hacer inaccesible a esta a los hijos e hijas de los trabajadores, y fomentar la educación para sus propios hijos, como se puede apreciar con el proyecto de creación de la universidad privada Funiber [2] junto al parque tecnológico de Santander.
Es así que el Rector de la Universidad ha pretendido silenciar las voces de los estudiantes, y que Ignacio Diego ha usado a la policía, (véase otra herramienta de la superestructura) para reprimirlos violentamente. Por su parte, el CEUC ha demostrado una vez más su posicionamiento contrario a los intereses de los estudiantes, al no haber denunciado la situación sufrida, sino habiéndola justificado y siendo uno de los principales responsables de la negación de este derecho a los estudiantes.
De esta jornada podemos aprender dos cosas, la importancia de los medios de comunicación alternativos y la necesidad de seguir fomentando su creación, ya que dieron una gran difusión a la noticia y trataron de manera crítica este conflicto, en contraposición a lo que nos vienen a tener acostumbrados los medios burgueses. No obstante, la labor de estos también ha sido de especial importancia, ya que, si bien nos ofrecen una manera distorsionada e interesada de la realidad, a veces juegan a nuestro favor no pudiendo ocultar la realidad de los movimientos combativos, cada vez más candentes.
Por otro lado, destacar que es con la unidad, y sin actitudes individualizantes como se consigue que no haya detenciones. Fue ello lo que nos permitió en esta lucha no ser echados del lugar de celebración de acto, ante una cantidad de seguridad nada desdeñable.
Para finalizar, se atreve el presidente de Cantabria a afirmar, que "está acostumbrado a las protestas de las minorías" [3]. Ante esto tenemos que decirle que la conciencia del pueblo sigue incrementando, y que con cada ataque por parte del gobierno de la oligarquía a la educación pública, ahí estaremos los estudiantes para dar cada vez una respuesta colectiva cada vez más contundente, y organizada a tales ataques.
Y no solo somos los estudiantes, saludar también las luchas de los profesores que también mostraron su descontento en un acto público sobre la educación convocada por la Consejería de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander en el palacio de la Magdalena, el viernes 31 de Enero.
[1] Noticia del Diario Montañés
[2] Noticia de Cantabria Liberal
[3] Noticia del Diario Montañés
(Artículo extraído de Tinta Roja, órgano de expresión de los CJC)