domingo, 25 de noviembre de 2012

LUCHANDO CONTRA EL PATRIARCADO Y EL CAPITALISMO


El sistema patriarcal, levantado sobre la división sexual del trabajo y  la inferioridad de la mujer,  necesita el respaldo de la fuerza para imponerse y mantenerse. La desigualdad, la discriminación, el papel de la mujer con relación a los medios de producción, la familia patriarcal heterosexual, la desvalorización, la cosificación de nuestros cuerpos,  y  la subordinación  son  causa  y  permiten los asesinatos de odio misógino y la violencia.
 Repudiadas  sus expresiones más  brutales,  goza  socialmente de  consenso como sistema de opresión y sus valores están ampliamente aceptados. Así,   toda una serie de violencia imperceptible  no se  considera como tal Desde la violencia simbólica de los medios, a la educación sexista,  la moda,  los estereotipos,  el lenguaje,  la construcción de los discursos desde el sujeto varón, los  comportamientos invisibles de violencia y dominación que se reproducen permanentemente en la vida cotidiana… son parte  indisoluble de la violencia patriarcal en cuyo vértice asesino se contabilizan hoy  96 victimas mortales.
De un  contingente intimidado y disciplinado de trabajadoras   se beneficia el capitalismo. Su  santa alianza criminal con el patriarcado  le  da  mayores ventajas para la explotación  de nuestra desvalorizada fuerza de trabajo. Les conviene   evitar que nos sacudamos las cadenas. En esta fase de su desarrollo, la de crisis estructural capitalista, incrementar la violencia económica contra las trabajadoras es su opción más rentable.  De proveedoras secundarias, con la constante  reducción del precio de la fuerza de trabajo, las trabajadoras  estamos avocadas a más   dependencia económica y mayor  vulnerabilidad. El modelo social de división de clases y géneros   incrementa  y carga sobre la fuerza de trabajo femenina la reproducción, trabajos de  cuidados, sanitarios, de  crianza, etc.  de forma, cada día más,  invisibilizada, gratuita y forzosa.
Se nos encadena a nuestro rol tradicional y de cuidadoras y se refuerzan socialmente las relaciones asimétricas de dominación y opresión pues el capitalismo en descomposición lo necesita para su pervivencia.

Menos denuncias y el número de feminicidios no deja de aumentar. Demostración de  que son  las relaciones patriarcado- capitalismo las que causan los crímenes de odio y el resto de agresiones que sufrimos como mujeres.
La violencia patriarcal  y la violencia capitalista serán  erradicadas únicamente con  la  construcción de una  nueva sociedad  que  envíe al basurero de la historia el  modelo de relaciones  en  los que se  sustentan.  Es vital, nos jugamos la vida,  articular una respuesta clara de género y de clase que rompa las cadenas  de la explotación y la opresión.  Tiene nombre, la sociedad socialista-comunista.

LUCHA FEMINISTA CONTRA LA VIOLENCIA PATRIARCAL
POR UNA SOCIEDAD SIN EXPLOTACIÓN NI OPRESION
¡ POR EL SOCIALISMO! ¡ POR EL COMUNISMO!